sábado, 2 de abril de 2011

Premio Pritzker 2011: Eduardo Souto de Moura

Eduardo Souto de Moura, 2011 Pritzker laureate, frente al Museo Casa das Histórias de Paula Rego. Foto por Francisco Nogueira.
Eduardo Souto de Moura, Premio Pritzker 2011, frente al Museo Casa das Histórias de Paula Rego. Foto por Francisco Nogueira.
Hoy se anunció el ganador del Premio Pritzker 2011: Eduardo Souto de Moura.
El  arquitecto Portugués de 58 años comenzó trabajando junto a Alvaro Siza, quién también fue premiado con el Pritzker, el año 1992. Abrió su propia oficina en 1980, iniciando una destacada trayectoria que cuenta al día de hoy más de 60 proyectos, la mayoría de ellos en Portugal, y también en España, Alemania, Italia, Reino Unido y Suiza.
“Durante las últimas tres décadas, Eduardo Souto de Moura ha producido un trabajo contemporáneo, pero que al mismo tiempo hace eco de las tradiciones arquitectónicas. Sus edificios poseen la habilidad única de transmitir caracteres aparentemente incompatibles – poder y modestia, coraje y sutileza, fuerte carácter público e intimidad – al mismo tiempo.” (Lord Palumbo, Chairman del jurado).
Dentro de sus obras más destacadas encontramos el Estadio de Braga (2004), una imponente estructura de hormigón que aprovecha la topografía del sitio delimitar el edificio, cumpliendo con lo que Souto de Moura denomina buena arquitectura: la coexistencia de lo natural con lo hecho por el hombre.
Estadio de Braga por Eduardo Souto de Moura (2004) © Luis Ferreira Alves
Estadio de Braga por Eduardo Souto de Moura (2004) © Luis Ferreira Alves
Torre en Burgos, Eduardo Souto de Moura (2007) © Luis Ferreira Alves
Torre en Burgos, Eduardo Souto de Moura (2007) © Luis Ferreira Alves
Torre en Burgos, Eduardo Souto de Moura (2007) © Luis Ferreira Alves
Torre en Burgos, Eduardo Souto de Moura (2007) © Luis Ferreira Alves
Otra de las obras destacadas por el jurado fue la Torre de Burgos, terminada el año 2007 en Porto, su ciudad natal: Dos edificios, uno vertical y uno horizontal en distintas escalas, capaces de dialogar entre sí y con el paisaje urbano. Para Souto de Moura fue todo un desafío: “Una torre de 20 pisos de oficinas es un projecto inusual para mí. Empecé mi carrera haciendo viviendas unifamiliares”.
Casa Nº 2 en Bom Jesus, por Eduardo Souto de Moura © Luis Ferreira Alves
Casa Nº 2 en Bom Jesus, por Eduardo Souto de Moura © Luis Ferreira Alves
Y sin duda vivienda ha sido lo que más ha diseñado durante su carrera, con partidos generales muy potentes. El jurado destacó la Casa Nº2 en Bom Jesus por su “peculiar riqueza a través de las delicadas bandas de hormigón de sus muros exteriores”. Sobre esta, Souto de Moura ha dicho que “al estar el sitio en una pendiente empinada mirando sobre Braga, decidimos no hacer un gran volumen puesto en la cima. A cambio, hicimos una construcción en 5 terrazas con muros de contención, con una función diferente para cada terraza — árboles frutales en el nivel inferior, luego una piscinas, las partes principales de la casa en la siguiente, los dormitorios en la cuarta terraza, y luego en la parte superior plantamos un bosque”.
Museo Paula Rego, Casa das Histórias, por Eduardo Souto de Moura (2008) © FG + SG Fernando Guerra
Museo Paula Rego, Casa das Histórias, por Eduardo Souto de Moura (2008) © FG + SG Fernando Guerra
Entre su obra más reciente encontramos el Museo Casa das Histórias, dedicado a la obra de la pintora portuguesa Paula Rego. “Cuando la pintora me escogió como su arquitecto, tuve la suerte de escoger el sitio. Este estaba rodeado de un bosque con un claro en la mitad. En base a la elevación de los árboles, propuse una serie de volumenes de alturas variables. Desarrollando este juego entre lo artificial y lo natural, me ayudó para definir el color exterior, concreto pigmentado rojo, un color contrapuesto al verde del bosque. Dos grandes pirámides a lo largo del eje de entrada evitaron que el proyecto fuera una neutral suma de cajas”.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mensaje del Gran Jefe Seattle al Presidente de los Estados Unidos

El gran Jefe de Washington nos envía un mensaje para hacernos saber que desea comprar nuestra tierra. También nos manda palabras de hermandad y de buena voluntad. Agradecemos el detalle, pues sabemos que no necesita de nuestra amistad. Pero vamos a considerar su oferta, porque también sabemos de sobra que, de no hacerlo así, quizá el hombre blanco nos arrebate la tierra con sus armas de fuego.

Pero... ¿Quién puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa idea es para nosotros extraña. Ni el frescor del aire, ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría alguien comprarlos? Aún así, trataremos de tomar una decisión.

Mis palabras son como las estrellas: eternas, nunca se extinguen. Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en la profundidad de los bosques, cada claro entre los árboles, cada insecto que zumba es sagrado para el pensar y sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles es sagrada experiencia y memoria de mi gente.
Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre..., todos pertenecen a la misma familia.


Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington nos envió el recado de que quería comprar nuestra tierra, exigía demasiado de nosotros. El Gran Jefe nos quiere hacer saber que pretende darnos un lugar donde vivir tranquilos. Él sería nuestro padre, y nosotros seríamos sus hijos. ¿Pero eso será posible algún día? Dios debe amar a vuestro pueblo y abandonado a sus hijos rojos.

Él ha enviado máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo, y con ellas se construyen grandes poblados. Él hace que vuestra gente sea, día a día, más numerosa. Pronto invadiréis la tierra, como ríos que se desbordan desde las gargantas montañosas, como una inesperada lluvia. Mi pueblo, sin embargo, es como una corriente desbordada, pero sin retorno. No, nosotros somos razas diferentes. Nuestros hijos y los vuestros no juegan juntos, y vuestros ancianos y los míos no cuentan las mismas historias. Dios os es favorable, y nosotros nos sentimos huérfanos. Aun así, meditaremos sobre vuestra oferta de comprarnos la tierra. No será fácil, porque esta tierra es sagrada para nosotros.

Nos sentimos alegres en estos bosques. Ignoro el por qué, pero nuestra forma de vivir es diferente a la vuestra. El agua cristalina, que corre por los arroyos y los ríos no es sólo agua, es también la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiéramos tendríais que recordar que es sagrada, y enseñarlo así a vuestros hijos. De hecho, los ríos son nuestros hermanos. Nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran alimento. Cada imagen que reflejan las claras aguas de los lagos son el recuerdo de los hechos que ocurrieron y la memoria de mis gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Así es, Padre Blanco de Washington: los ríos son nuestros hermanos. Si os vendemos nuestra tierra, tendréis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos -y en adelante, los vuestros- y tratarlos con el mismo cariño que se trata a un hermano.

Es evidente que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Os es indiferente una tierra que otra porque no la ve como a una hermana, sino como a una enemiga. Cuando ya la ha hecho suya, la desprecia y la abandona. Deja atrás la tumba de sus padres sin importarle. Saquea la tierra de sus hijos y le es indiferente. Trata a su madre -la Tierra- y a su hermano -el firmamento- como a objetos que se compran, se usan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Hambriento, el hombre blanco acabará tragándose la tierra, no dejando tras de sí más que un desierto. Mi gente siempre se ha apartado del ambicioso hombre blanco, igual que la niebla matinal en los montes cede ante el sol naciente. Pero las cenizas de nuestros antepasados, sus tumbas, son tierra santa, y por eso estas colinas, estos árboles, esta parte del mundo, nos es sagrado.

No sé, pero nuestra forma de ser es muy diferente de la vuestra.Quizás sea porque soy lo que vosotros llamáis "un salvaje" y, por eso, no entiendo nada.

La vista de vuestras ciudades hiere los ojos de mi gente. Quizá porque el "Piel Roja" es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar desde el que poder escuchar en primavera el brote de las hojas o el revolotear de un insecto. Tal vez sea porque soy lo que llamáis "un salvaje" y no comprenda algunas cosas... El ruido de vuestras ciudades es un insulto para el oído de mi gente y yo me pregunto ¿Qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de la garza o el diálogo nocturno de las ranas en un estanque? Mi pueblo puede sentir el suave susurro del viento sobre la superficie del lago, el olor del aire limpio por el rocío de la mañana y perfumado al mediodía por el aroma de los pinos. El aire es de gran valor para nosotros, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos. El hombre blanco parece no dar importancia al aire que respira, a semejanza de un hombre muerto desde hace varios días, embotado por su propio hedor. Pero, si os vendemos nuestra tierra, no olvidéis que tenemos el aire en gran estima, que el aire comparte su espíritu con la vida entera. El viento dio a nuestros padres el primer aliento, y recibirá el último. Y el viento también insuflará la vida a nuestros hijos. Y si os vendiéramos nuestra tierra, tendríais que cuidar el aire como un tesoro y cuidar la tierra como un lugar donde también el hombre blanco sepa que el viento sopla suavemente sobre la hierba en la pradera.

Cuando el último de entre mi gente haya desaparecido, cuando su sombra no sea más que un recuerdo en esta tierra -aun entonces- estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo, porque nosotros amamos este paisaje del mismo modo que el niño ama los latidos del corazón de su madre.

Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendría que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy lo que llamáis "un salvaje" y no comprendo vuestro modo de vida, pero he visto miles de búfalos muertos, pudriéndose al sol en la pradera. Muertos a tiros, sin sentido, desde las caravanas. Yo soy un salvaje y no puedo comprender cómo una máquina humeante -el caballo de hierro- puede importar más que el búfalo, al que sólo matamos para sobrevivir. ¿Qué es el hombre sin animales? Si todos los animales desaparecieran el hombre también moriría en la soledad de su espíritu. Lo que le suceda a los animales tarde o temprano le sucederá también al hombre. Todas las cosas están estrechamente unidas.

Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es su madre. Lo que le ocurre a la Tierra también les ocurre a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

Nosotros sabemos que la tierra no pertenece al hombre, que es el hombre el que pertenece a la Tierra. Lo sabemos muy bien, Todo está unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. El hombre no creó la trama de la vida, es sólo una fibra de la misma. Lo que haga con ese tejido, se lo hace a si mismo. No, el día y la noche no pueden vivir juntos.

Tenéis que enseñar a vuestros hijos que el suelo que está bajo sus pies contiene las cenizas de los nuestros. Para que respeten la tierra, contadles que la tierra contiene las almas de nuestros antepasados.
Nuestros muertos siguen viviendo entre las dulces aguas de los ríos, y regresan, de nuevo, con cada suave paso de la primavera, y sus almas van con el viento que sopla, rizando la superficie del lago.

Consideramos la posibilidad de que el hombre blanco nos compre nuestra tierra. Pero mi pueblo pregunta: ¿Qué es lo que quiere el hombre blanco? ¿Cómo se puede comprar el Cielo, o el calor de la tierra, o la velocidad del antílope? ¿Cómo vamos a vender todo esto y cómo vais a poder comprarlo? ¿Acaso podréis hacer con la tierra lo que queráis, sólo porque firmemos un pedazo de papel y se lo entreguemos al hombre blanco? Si nosotros no poseemos el frescor del aire, ni el resplandor del agua, ¿cómo vais a poder comprarlo? ¿Es que, acaso, podéis comprar los búfalos cuando ya hayáis matado al último? Consideraremos la oferta. Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra tierra.
Sabemos una cosa que, tal vez, el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es vuestro Dios. Podéis pensar que ahora Él os pertenece, de igual manera que hoy deseáis que nuestras tierras sean vuestras... Pero no es así. Él es el Dios de todos los hombres y su amparo alcanza por igual a mi gente y a la vuestra.

Consideraremos vuestra oferta de que vayamos a una reserva. Queremos vivir aparte y en paz. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. Nuestros hijos verán a sus padres sumisos y vencidos. Nuestros guerreros estarán avergonzados. Después de la derrota pasarán sus días en la holganza, y envenenarán sus cuerpos entre comida y alcohol. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. No quedan ya muchos. Sólo algunas horas -un par de inviernos- y no quedará ningún hijo de la gran estirpe que en otros tiempos vivió en esta tierra, y que ahora en pequeños grupos viven dispersos por el bosque, para gemir sobre las tumbas de su pueblo. Un pueblo que en otros tiempos fue tan poderoso y tan lleno de esperanza como el vuestro.

¿Pero, por qué entristecerse por la desaparición de una nación? Las naciones están hechas por hombres. Es así. Los hombres aparecen y desaparecen como las olas del mar. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común de las cosas. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos...

También los blancos desaparecerán, y quizá antes que otras estirpes. Continuad contaminando y corrompiendo vuestro lecho y cualquier noche moriréis ahogados en vuestra propia suciedad. Eso sí..., caminareis hacia la extinción rodeados de gloria y espoleados por la creencia en un Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre los demás hombres.


Cuando todos los búfalos se hayan ido, los caballos salvajes hayan sido domados, el rincón más secreto del bosque invadido por el ruido de la multitud, y la visión de las colinas esté manchada por los alambres parlantes, cuando desaparezca la espesura y el águila se extinga, habrá que decir adiós al caballo veloz y a la caza.

Será el final de la vida y el comienzo de otra. Por algún motivo que se me escapa, Dios os concedió el dominio sobre los animales, los bosques y los Pieles Rojas. Quizá podríamos comprenderlo si supiésemos qué es lo que sueña el hombre blanco, qué ideales ofrece a los hijos en las largas noches de invierno, y qué visiones bullen en su imaginación, hacia las que tienden el día de mañana.

Pero nosotros somos "salvajes". Los sueños del hombre blanco nos están vedados. Y porque nos están ocultos, nosotros vamos a seguir nuestro propio camino. Pues, ante todo, estimamos el derecho que tiene cada ser humano a vivir tal como desea, aunque sea de modo muy diverso al de sus hermanos. No es mucho lo que nos une.

Consideraremos vuestra oferta...

Si aceptamos es sólo por asegurarnos la reserva que habéis prometido. Quizá, allí podamos acabar los pocos días que nos quedan, viviendo a vuestra manera. Cuando el último Piel Roja de esta tierra desaparezca y su recuerdo sea solamente la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas orillas y estos bosques. Pues ellos amaban esta tierra, como ama el recién nacido el latido del corazón de su madre. Si os llegáramos a vender nuestra tierra, amadla -como nosotros la hemos amado-. Cuidad de ella -como nosotros la cuidamos- y conservad el recuerdo de esta tierra tal como os la entregamos.

¿Dónde está el bosque espeso?: Desapareció. ¿Qué ha sido del águila?: Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.


Jefe Seattle
(1.855)



La única foto conocida del Jefe Seattle fue hecha en los años 1860 cuando se acercaba a sus 80 años de edad.


domingo, 31 de octubre de 2010

Los océanos se quedan sin plancton

La abundancia de fitoplancton o plancton vegetal, el primer elemento de la cadena alimentaria en los océanos, disminuyó de manera acusada a lo largo del pasado siglo, según confirma un completo estudio elaborado por la Universidad de Dalhousie, en Halifax (Canadá).
El estudio, que ha publicado la revista Nature, estima que la reducción fue de aproximadamente un 1% anual desde 1900, aunque con una tendencia superior a partir de 1950, previsiblemente por efecto del cambio climático y las mayores temperaturas superficiales de las aguas oceánicas, dicen los autores.
Amenaza para la cadena alimentaria de los mares
El fitoplancton, formado por organismos microscópicos que viven suspendidos en el agua, es la base de la alimentación tanto del zooplancton como de mamíferos de gran tamaño (cetáceos), numerosas aves marinas y la mayoría de los peces. “Son el combustible del ecosistema marino. Su disminución afecta a toda la cadena trófica y a los seres humanos”, escriben Daniel Boyce, Marlon Lewis y Boris Worm, los tres principales autores de la investigación.
La tendencia es especialmente intensa en las regiones tropicales y en las más polares, sobre todo en el Pacífico, mientras que el sur del Índico se comporta de forma sorprendente en sentido contrario, subraya el estudio.
Datos desde 1899
El equipo de la Universidad Dalhousie ha combinado los datos históricos tomados por buques oceanográficos desde 1899, así como los más modernos suministrados por satélites, desde 1979. La base de datos totaliza más de medio millón de análisis de fitoplancton.
Los científicos han encontrado una correlación entre la disminución del fitoplancton y el aumento de las temperaturas superficiales del mar. El descenso se acelera a partir de 1950, con un retroceso acumulado del 40% desde entonces.
Pequeños organismos
El fitoplancton está constituido especialmente por cianobacterias, diatomeas y otros organismos fotosintéticos. “El fitoplancton desempeña un papel fundamental en el ecosistema del planeta. Produce el 50% del oxígeno que respiramos, reduce el dióxido de carbono y es importante para la industria pesquera. Un mar con menos fitoplancton funciona de manera diferente”, prosigue Worm.
El aumento de la temperatura del agua se correlaciona con un menor crecimiento del fitoplancton. Las algas microscópicas necesitan luz y alimento para crecer, efectivamente, pero cuanto más se calienta el agua, más se reduce la cantidad de alimentos que logran alcanzar la superficie. Fenómenos como El Niño también tienen un claro impacto. Estudios anteriores también habían vinculado el descenso del fitoplancton en zonas polares al debilitamiento de la capa de ozono y al aumento de la radiación ultravioleta.

Temperatura y biodiversidad
La temperatura superficial tiene una influencia crucial sobre la biodiversidad marina, sostiene otro estudio publicado en la misma revista. El equipo dirigido por Derek Tittensor, también de la Universidad de Dalhousie, analizó la relación entre los parámetros ambientales y la distribución de 11.000 especies pertenecientes a 13 grupos principales (zooplancton, plantas, invertebrados, peces, mamíferos …). El estudio sugiere que “el calentamiento de los océanos podría alterar la distribución de la vida en sus aguas”.

¿QUÉ SON LOS FRACTALES?

En la segunda mitad del siglo pasado, Benoît Mandelbrot convenció al mundo científico de que la geometría euclidiana que usamos desde los tiempos clásicos no servía para describir la naturaleza. Que las montañas no son pirámides, que los árboles no son conos, que las líneas de costa no son rectas. Y propuso el uso de una nueva geometría que describe mejor la complejidad de las formas naturales: la geometría fractal. Las estructuras fractales son autosimilares, lo que quiere decir que las partes se parecen al todo. Las costas no son líneas rectas sino curvas formadas por cabos y golfos, grandes protuberancias que a su vez están formados por entrantes y salientes, en lo que a su vez hay ensenadas y riscos.


[HG-EBDCSIC-000497.jpg]

Una vista inédita, ortogonal, de una formación paisajista fractal. Manchas de colores  continentales o insulares. Sangre seca purpúrea, sobre amarillos limón y tenues grises, delimitados, o no, por un verde acuoso inmóvil y eutrofizado. Una premonición que solo tiene el significado que el observador quiera darle: la cabeza de un pez exangüe, contaminado por algún vertido, que yace de perfil como los personajes muertos en las medallas.
Sancti Petri-La Barrosa. Chiclana. Cádiz. 36º 24’ 55.78’’ N - 6º 12’ 03.09’’ W. 23 de enero de 2006
Depósitos de sedimentos fluvio-marinos recorridos por una compleja red de caños sometidos a un régimen de inundación de fluctuación mareal. La fotografía muestra la apariencia de hoja que pueden adoptar estos depósitos, definida por el caño principal y modelada por una sinuosa red secundaria cubierta por algas verdes enteromorfas en las zonas intermareales y por especies halófitas en las vetas. Estatus de protección: Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Un río es un cauce de agua al que llegan afluentes, y un afluente es un cauce de agua al que llegan arroyos, y un arroyo es un cauce de agua al que llegan riachuelos, y un riachuelo es un cauce de agua al que llegan barrancos, y un barranco es un cauce ocasional de agua al… Se dice por tanto que las estructuras fractales no varían con la escala a la que se miren. La geometría fractal se manifiesta en todas los aspectos del paisaje, pero especialmente es aquellos lugares del planeta que no han sido transformados por la actividad humana. 



Isla del Trocadero, Puerto Real, Cádiz. 36º 31’ 22.66’’ N - 6º 12’ 05.39’’ W. 15 de noviembre de 2007 Isla originada por depósitos limosos fluvio-marinos que dan origen a una marisma de influencia mareal. La fotografía muestra depósitos de limo en un punto de convergencia de corrientes. Las zonas inundables aparecen cubiertas de algas verdes enteromorfas (ulvales) y las vetas por especies halófitas. Un grupo de gaviotas reidoras (Larus ridibundus) descansa sobre una veta. Estatus de protección: Parque Natural de la Bahía de Cádiz.


Marismas de San Fernando, Cádiz. 36º 30’ 27.40’’ N - 6º 10’ 51.19’’ W. 23 de enero de 2006. Marismas de influencia mareal formadas por depósitos de limo y fango procedentes del río Guadalete y sometidos a un fuerte régimen mareal. La fotografía muestra el comienzo de la subida de la marea sobre una red dendrítica secundaria tapizada por algas enteromorfas (ulvales) de color verde. Estatus de protección: Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

PRESENTACIÓN

El Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura es un órgano de línea que pertenece al Centro de Investigación que viene a ser el órgano superior de la Universidad Nacional del Centro del Perú,  y que se encuentra supeditado a este ente, que es la encargada de planificar, coordinar y ejecutar la investigación interdisciplinaria y multidisciplinaria de la universidad. De igual manera, esta delimita por la  política de investigación del órgano superior, en concordancia con el ámbito local, regional  y nacional, priorizándose estas dentro de los programas, subprogramas de investigación; por tal, la investigación  constituye  la  base  fundamental  de la actividad  universitaria y fuente de generación de conocimientos científicos. La Universidad planifica los trabajos de investigación vinculados con la actividad académica universitaria y con el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica y orientados a la solución de los problemas regionales y nacionales.

Como todo organismo el Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura es un elemento del Centro de Investigaciones y que este a su vez forma parte de este sistema, por tal motivo se necesita que sus actividades estén enmarcadas con un carácter sistemático, cuya finalidad es la orientación  que todas las propuestas a ser desarrolladas por los órganos ejecutores sean parte de la estructura orgánica de nuestra alma mater.

Este es el motivo por el que se presenta este medio informático tecnológico del Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura, que se constituye en la herramienta de gestión y participación institucional que se ha elaborado con el fin de fortalecer y redireccionar el quehacer del Instituto de Investigación, con el objetivo de mostrar hacia donde se deben dirigir los esfuerzos institucionales y  como otro paso más en el crecimiento de nuestra organización, concertándose intereses, priorizando acciones y determinando metas que aseguren la vinculación efectiva del quehacer del Instituto de Investigación con  los resultados que se pueda cosechar en un futuro próximo.

A través del presente medio de comunicación electrónico, se mostraran  las diversas inquietudes del quehacer científico que el conjunto total de de docentes de nuestra facultad tenga ha bien hacer llegar y que marque el rumbo, las metas e indiquen un resultado promisorio. Finalmente deseo que esta pagina tenga muchas participaciones de carácter intelectual  para lograr los objetivos anhelados por nuestra comunidad arquitectónica.


Ciudad Universitaria, 28 de octubre del 2010